Editorial

La cultura es el espacio natural donde la sociedad dialoga, disiente, se reinventa y de algún modo constituye al propio ser social; es decir, funciona en el marco de la sociedad civil donde la influencia de las ideas, las instituciones y las personas se ejerce no a través de la dominación política, sino a través del diálogo y del consenso ciudadano. Por tanto, si hay un espacio donde debe anclarse la democracia y el desarrollo de los hombres y mujeres es precisamente en la cultura.
Lo que es significativo no es tanto su contenido, como el hecho que se comparta. Esas representaciones comunes ofrecen una cierta preorganización del mundo, un mapa compartido con el que orientarnos. La cultura es al mismo tiempo memoria común (una misma lengua, una misma historia, unas mismas tradiciones) y un conjunto de reglas que permiten la convivencia (convenciones sociales, códigos de conducta).
Las democracias del futuro tienen una de sus pruebas más decisivas en su capacidad de desarrollar la cultura para así contener a sociedades cada vez más plurales. Una democracia es más potente, al contrario de lo que a veces se afirma, no cuanto más consenso tiene, sino cuanto más conflicto es capaz de contener, contando con medios para lidiar esos conflictos, reconducirlos al marco común de convivencia. En la misma línea, podemos decir que no es más fuerte un estado cuanto más homogéneo culturalmente sea, sino cuanta más heterogeneidad cultural sea capaz de contener. Ese será uno de sus valores esenciales. De no avanzar por esa vía, los incentivos a la desarticulación social crecerán.

Mtro. Luis Fernando Ruz Barros

viernes, 23 de enero de 2009

28 DE ENERO


José Martí nació el 28 de enero de 1853 en la Habana, Fue al colegio de San Anacleto una vez aprendió a leer se cambió a la Escuela Municipal de Varones, donde se encontró con don Rafael María de Mendive educador y poeta, se convirtió en su segundo padre e imprimió en él una marca para toda su vida. Viajó a París, donde conoció a Víctor Hugo y a Augusto Bacquerie.
En este viaje terminó desembarcando en Veracruz, México, donde estuvo durante dos años.
La personalidad poética de Martí se rebela con plenitud a partir de 1882, año en que escribe Versos Libres, y se reafirma en Ismaelillo y en Versos Sencillos (1891). El primero es el franco paso al frente, hacia la expresión poética sin encadenamiento al pasado, de profundo sentido de libertad en todo, en sus ideas y en su métrica, formada por "endecasílabos hirsutos" como él mismo los llamaba.
De todo eso y más nos enteraremos en esta muy interesante ponencia sobre la vida entre letras de ese genial autor cubano, libertador del pensamiento.

1 comentario:

  1. A Emma.

    No sientas que te falte
    el don de hablar que te arrebata el cielo,
    no necesita tu belleza esmalte
    ni tu alma pura más extenso vuelo.

    No mires, niña mía,
    en tu mutismo fuente de dolores,
    ni llores las palabras que te digan
    ni las palabras que te faltan llores.

    Si brillan en tu faz tan dulces ojos
    que el alma enamorada se va en ellos,
    no los nublen jamás tristes enojos,
    que todas las mujeres de mis labios,
    no son una mirada de tus ojos...

    José Martí.
    Davinia...

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