Editorial

La cultura es el espacio natural donde la sociedad dialoga, disiente, se reinventa y de algún modo constituye al propio ser social; es decir, funciona en el marco de la sociedad civil donde la influencia de las ideas, las instituciones y las personas se ejerce no a través de la dominación política, sino a través del diálogo y del consenso ciudadano. Por tanto, si hay un espacio donde debe anclarse la democracia y el desarrollo de los hombres y mujeres es precisamente en la cultura.
Lo que es significativo no es tanto su contenido, como el hecho que se comparta. Esas representaciones comunes ofrecen una cierta preorganización del mundo, un mapa compartido con el que orientarnos. La cultura es al mismo tiempo memoria común (una misma lengua, una misma historia, unas mismas tradiciones) y un conjunto de reglas que permiten la convivencia (convenciones sociales, códigos de conducta).
Las democracias del futuro tienen una de sus pruebas más decisivas en su capacidad de desarrollar la cultura para así contener a sociedades cada vez más plurales. Una democracia es más potente, al contrario de lo que a veces se afirma, no cuanto más consenso tiene, sino cuanto más conflicto es capaz de contener, contando con medios para lidiar esos conflictos, reconducirlos al marco común de convivencia. En la misma línea, podemos decir que no es más fuerte un estado cuanto más homogéneo culturalmente sea, sino cuanta más heterogeneidad cultural sea capaz de contener. Ese será uno de sus valores esenciales. De no avanzar por esa vía, los incentivos a la desarticulación social crecerán.

Mtro. Luis Fernando Ruz Barros

viernes, 8 de mayo de 2009

8 DE MAYO

Abogado, político, periodista, escritor y poeta son las profesiones de Emilio Ruz Ávila, destacado veracruzano nacido en Progreso, Yucatán, quien vino de vacaciones a Mérida y aprovechó visitar el Diario anteayer viernes 11 de julio. Emilio Ruz radica en Veracruz desde los 5 años donde se graduó de abogado. Ocupó varios puestos políticos como jefe de personal en Astilleros y jefe de la oficina de pensionados. Como jefe de personal de Astilleros construyó un fraccionamiento de viviendas para sus familias, una de las cuales lleva su nombre. Ruz Ávila, quien ha escrito 18 libros, colabora en la página editorial de El Dictamen. Entre sus obras destacan los libros de versos “Poesía a la patria y a la provincia” y “Fragua lírica”, y “Ley federal de los derechos de autor y su reglamento”, que incluye comentarios.“Poesía a la patria y a la provincia” es un poemario de 36 páginas impreso en Xalapa, Veracruz en 2005. Carlos Domínguez Millán, autor del prólogo, lo compara con otros Emilios: Castelar, Zolá y Durkeim... porque “maneja el lenguaje en forma precisa. No hay palabra de más o de menos en sus hermosos poemas. Esta obra contiene los poemas “Declaración de amor a México, “¡Patria yo quiero para ti!”, “Canto a México”, “Canto a mi Patria”, “Confesión de amor a Veracruz”, “Hay fechas que no se olvidan”, “Oda a Xalapa” y “Poema a Córdoba”. “Fragua lírica”, “una recopilación de pensamientos que aspiran a convertirse en poemas”, según explica el propio autor, es un ejemplar de 58 páginas que armó las veces que se despertaba a medianoche o en el amanecer y apuntaba en una libreta que dejaba cerca de la cabecera de la cama, los pensamientos y reflexiones que se le venían a la mente. La obra, que contiene una oda a la escritora Elena Poniatowska y una elegía a la desaparecida actriz Ofelia Guillmain, se imprimió en septiembre de 2006 en los talleres Amatl Gráfica, en Xalapa, Veracruz. En esta ocasión el Ayuntamiento de Veracruz a través de la Dirección de Cultura se complace en presentar el volumen más reciente de poemas del autor en cita "Poemas diversos y un golpe al corazón", este genial veracruzano por adopción que con una técnica cadenciosa nos lleva entre parajes de rimas y ritmos a disfrutar de la impronta de amor a la vida con un mensaje de entera fidelidad a los suyos.

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