Editorial

La cultura es el espacio natural donde la sociedad dialoga, disiente, se reinventa y de algún modo constituye al propio ser social; es decir, funciona en el marco de la sociedad civil donde la influencia de las ideas, las instituciones y las personas se ejerce no a través de la dominación política, sino a través del diálogo y del consenso ciudadano. Por tanto, si hay un espacio donde debe anclarse la democracia y el desarrollo de los hombres y mujeres es precisamente en la cultura.
Lo que es significativo no es tanto su contenido, como el hecho que se comparta. Esas representaciones comunes ofrecen una cierta preorganización del mundo, un mapa compartido con el que orientarnos. La cultura es al mismo tiempo memoria común (una misma lengua, una misma historia, unas mismas tradiciones) y un conjunto de reglas que permiten la convivencia (convenciones sociales, códigos de conducta).
Las democracias del futuro tienen una de sus pruebas más decisivas en su capacidad de desarrollar la cultura para así contener a sociedades cada vez más plurales. Una democracia es más potente, al contrario de lo que a veces se afirma, no cuanto más consenso tiene, sino cuanto más conflicto es capaz de contener, contando con medios para lidiar esos conflictos, reconducirlos al marco común de convivencia. En la misma línea, podemos decir que no es más fuerte un estado cuanto más homogéneo culturalmente sea, sino cuanta más heterogeneidad cultural sea capaz de contener. Ese será uno de sus valores esenciales. De no avanzar por esa vía, los incentivos a la desarticulación social crecerán.

Mtro. Luis Fernando Ruz Barros

jueves, 12 de febrero de 2009

12 DE FEBRERO

En la actualidad se habla mucho de la crisis económica que estamos viviendo; entre los estudios realizados abundan los análisis empíricos, pero pocos son los de carácter teórico, es decir, los que buscan las causas más profundas de dicha crisis.
En esta conferencia, impartida por dos importantes economistas, consideramos que la crisis económica actual no es una crisis común y corriente. No es como las que siempre ha padecido el capitalismo casi desde su nacimiento: al principio cada 8 ó 9 años, y ahora cada 5 ó 6 años.
La crisis actual es una crisis de largo alcance, de mucha profundidad, la cual pensamos, ya no tiene salida dentro de los marcos del sistema capitalista de producción.
Para fundamentar nuestro análisis es necesario partir de las opiniones de Marx y Lenin –los principales clásicos del marxismo-, acerca de la desaparición del capitalismo como un sistema histórico. Esto es, como un sistema que nace, se desarrolla y finalmente muere.

No hay comentarios:

Publicar un comentario